Con Tinta Roja (ACTUALIZADO)

2 de octubre

2 de octubre no se olvida, y menos hoy, en su 40° Aniversario. Recuerdo, absorto, la frivolidad de hace tres años. “A partir de este día tendremos una nueva razón para recordar el 2 de octubre”

¿Y por qué no se olvida el dos de octubre?

Al menos yo no puedo olvidarlo, porque para poder olvidarlo, primero necesitaría recordarlo. Y desde luego que no me acuerdo, porque yo nací dieciséis años después. Ni siquiera mi padre lo recuerda bien, porque andaría entonces por los doce.

Pero el no recordarlo no significa que no haya existido, que no haya sucedido, y el ignorar nuestro pasado (lo han dicho hasta el cansancio y suena hasta un poco cursi) nos condena a repetirlo. Todos estaremos de acuerdo en que no queremos repetirlo, porque de momento tenemos suficiente con los doscientos muertos por mes en la “lucha” contra cierta sección del crimen organizado.

Nunca se ha podido, y eso que se ha intentado encomiablemente, tapar el sol con un dedo. Y detener ese movimiento no se pudo tampoco. Tuvo que usarse más de un dedo, tuvo que usarse la metralla y no se hicieron esperar los que capitalizaron a los muertos. Los que pusieron precio en número de votos a cada cadáver. Los que ahora se alimentan de aquello que atacaron con garras y dientes. Porque así es esto, la conciencia dura hasta que la oferta llega.

El saldo actual:

*Líderes del movimiento mamando del presupuesto (Gómez, Ortega).

*Participantes del movimiento viviendo ordinariamente con toda la dignidad que sus (casi, exactos o un poco más) sesenta años les permiten.

*Patiños ridículos que desvirtúan la causa (Mandoky, Poniatowska).

*Ominosos altaneros que la minimizan (Espino, Fox).

*Criminales autoritarios que la niegan (Echeverría, Beltrones).

*Jóvenes que la desconocen porque lo único que hay que hacer en octubre es ir a los MTV Latinos en Guadalajara, financiados con dinero del respetable.

*Jóvenes que creen que apoyar el movimiento es fumar mota en la calle, adorar a Marcos y organizar huelgas cada quince minutos.

Generalmente los políticos me repatean las pelotas, en especial los panistas. Pero Diego Fernández de Cevallos dijo con su barbona trompa retacada de veracidad, respecto al movimiento estudiantil:

“Los jóvenes pusieron los ideales, los mafiosos las mañas y el gobierno las balas”

Tlatelolco no se debe mitificar, no más que Aguas Blancas, que Acteal, que San Andrés Larrainza, que Lomas Taurinas, que Cananea, que Mérida o que La Marquesa, que Culiacán o Matamoros o Ciudad Juárez o Guadalajara. Dos De Octubre no se debe mitificar, pero tampoco se debe olvidar.

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Carne De Mi Carne

El día de ayer, la Contraloría del Estado (y juro por las cenizas de mi madre que no me explico que putas tiene que ver la Contraloría del Estado), multó, destituyó e inhabilitó para ejercer cargos públicos por tres años a Luis Carlos Rodríguez Sancho, cirujano encargado del Programa de Trasplantes del Hospital Civil por “haber incurrido en irregularidades graves”.

Esto ha ocasionado que el Programa de Trasplantes esté estancado (tal vez agónico) desde julio pasado, cuando en medio de un pavoneo mediático se dio a conocer que el cirujano habría aceptado pagos de particulares para realizar intervenciones usando los recursos del Hospital Civil, o lo que sería más grave (y a lo que casi nadie ha prestado atención) a la alteración de la lista de espera de candidatos a trasplante.

Sólo para darnos una idea de la magnitud de este problema. Durante 2007 se efectuaron a nivel nacional 100 trasplantes de hígado. De esos, 52 se hicieron en el Hospital Civil. En Jalisco, sólo dos instituciones hacen trasplante hepático. El Hospital Civil y el CMNO del IMSS. El equipo del Dr. Rodríguez Sancho es el único en el occidente del país que realiza la modalidad de “trasplante hepático de vivo relacionado”. Esto es que el paciente no tiene que esperar a que alguien muera para obtener el hígado del cadáver, sino que se extrae una fracción de hígado de un familiar (previas pruebas de compatibilidad) la cual se injerta en el paciente. El familiar en dos meses aproximadamente y el paciente en un año, tendrán cada uno, un hígado completamente funcional. Aquí radica un punto bien importante. Si el paciente consigue su propio donador, no tiene porque ingresar a la lista de espera. Luego entonces, no puedes adelantar en una lisa en la que ni siquiera estás registrado.

El precio de un trasplante hepático, en un hospital privado en México costaría alrededor de dos millones de pesos. El costo real (materiales y equipo) es de alrededor de 600mil. La cuota de recuperación en el Hospital Civil es de 175mil pesos (2008). Quien haya sido trasplantado y pagado menos de 600mil pesos, ¿significa que ha robado del presupuesto público? Yo creo que no. Del total de trasplantados, más de la mitad no pagan un solo peso. Bastante justo me parece que quienes tengan posibilidades económicas, paguen por su trasplante, y si le quieren pagar al HCG o al Dr. Rodríguez Sancho, mientras se haya cubierto la cuota de recuperación, es pedo de cada trasplantado y nada más.

Una organización, llamada Conciencia Cívica y la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco ponen el grito en el cielo y se rasgan las pantimedias al exclamar que es imposible que el programa esté detenido por la inhabilitación de un solo hombre y lloriquean como putas maltratadas por su padrote. Claman por la sustitución de Rodríguez Sancho, como si fuera lo mismo trasplantar un hígado que vender enchiladas frente al santuario el doce de diciembre. Absurdo.

Parece haber intereses oscuros, lamentables y rastreros tras todo esto. No me gusta pensar mal, pero tal parece que bajo esto no hay una verdadera búsqueda de justicia, sino una vulgar lucha de poder que encontró su mejor arma en un estúpido afán de destruir el Programa de Trasplantes para acabar con la imagen de los dirigentes, primero del Hospital y después de la Universidad. ¿Porqué aventuro esta hipótesis? El Consejo Estatal para el Trasplante de Organos y Tejidos de Jalisco (CETOTJ) hizo la sugerencia, para no detener el Programa de Trasplantes durante el proceso contra Rodríguez Sancho, del Dr. Marcos Covarrubias como su sustituto. Inmediatamente después, Conciencia Cívica mandó al gobernador Etilio y al rector sustituto de la U de G un comunicado donde se desprestigiaba a Covarrubias, y se exigía (como exigen los maestros de Oaxaca, mediocres rufianes y vividores) una “depuración” en el OPD “Hospital Civil de Guadalajara”. Ridículo.

CONCLUSION:

Si alguien está perdiendo algo con esto, son los pacientes que están dejando de recibir un órgano, independientemente de si se los pone Sancho, Covarrubias, Briseño, Padilla o la chingada madre de cada uno de ellos.

Si algo se está perdiendo con esto, es la credibilidad y confianza de la población a dos de las más importantes instituciones públicas de Jalisco. El Hospital Civil de Guadalajara y la Universidad de Guadalajara. Refiriéndome a ambas, como verdaderos templos de la enseñanza y la formación de nuestros jóvenes, no como la camarilla de mercachifles gorrones pseudoizquierdosos que los patrullan como si de sus propiedades privadas se tratara.

Los políticos han demostrado ser la resoca social oficializada. No entienden la puta “O” por lo pinche redondo. Sólo quieren saber de votos y pesos. No me explico cómo es que ellos son los que han de tomar decisiones que tienen que ver con tópicos que les resultan tan ajenos e incomprensibles como “ciencia”, “educación”, “salud”, “ética”…

Claro que el Programa de Trasplantes se puede trastornar por la ausencia de un solo hombre. Estamos hablando de “ciencia y tecnología”. Sé que para Álvarez Cibrán y para González Márquez resulte duro de entender, pero es que… vamos, el trabajo de Rodríguez Sancho no consiste en irse a dormir a una tribuna, ni a mentar madres en una fiesta hasta el culo de pedo. Eso cualquier idiota puede hacerlo, hasta yo. Trasplantar hígados es un poco más complicado, y quien sea capaz, merece mi admiración (subjetiva) y mi respeto (tendencioso).

Si Rodríguez Sancho recibió “propinas extra” por los trasplantes realizados, creo que ni a mí, ni al gobernador, ni a Briseño, ni a ti, amable lector nos importa. Si, en cambio, no eran propinas, sino un pago exigido por el médico, (implicando esto que quien no pudiera pagar no recibiría atención), o si en realidad alteró la lista de espera; entonces SÍ que se lo chinguen, SÍ que se lo jodan y SÍ que se lo cojan, todo al mismo tiempo. Y que no salgan con la pendeja hipocresía de que usó recursos públicos (del Hospital) para fines privados… porque hace que me vengan a la cabeza conceptos como “las estúpidas no van al cielo”, “mtvla awards 2008” y “santuario de los mártires”…

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ACTUALIZACION

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Me encanta cuando alguien me hace callar el hocico, y lo he dicho en anteriores ocasiones.

La Contralorìa del estado, haciendo gala de su capacidad plena de decisiòn, su congruencia y su respetabilìsima objetividad, hace un par de días, levantò el castigo impuesto al Dr. Rodrìguez Sancho, no sòlo devolvièndole sus credenciales como médico (las cuales estaba en su total y absoluta área de incumbencia retirarle), sino reinstalándole como médico adscrito y jefe del Programa de Trasplantes del Hospital Civil de Guadalajara. Las condiciones son claras, sencillas, legales, y completamente legítimas. Lo que se haría con cualquiera que ha sido sometido a un proceso de investigación por "irregularidades graves". El Dr. Rodríguez Sancho trabajará pro-bono (sin cobrar) realizando los trasplantes a los pacientes en la lista de espera. Como no recibirá sueldo a cambio, por cada ocho cirugías realizadas, el doctor podrá disponer de las instalaciones, personal y equipo del Hospital para realizar dos trasplantes de pacientes privados.

Asunto Arreglado

Todos Felices

Conclusiones:

Si, el pàrrafo anterior exuda, trasuda y suda ironìa y sarcasmo. Y no es un texto ucrónico (un texto falso que trata de hacerse pasar por verdadero como las dos noticias del post anterior) El arreglo fue ese. Lo cual me lleva a deducir lo siguiente:

1.- Al Gobierno del Estado le importa nada si Rodríguez Sancho es o no culpable. (y claro, no tiene autoridad, al menos moral, para recriminarle por usar recursos públicos para fines privados)

2.- Esto es sólo un puto circo. Un circo del que quieren volvernos el público idiota. Si la Contraloría realmente estuviera sospechando del médico, no le reinstalaría en estas condiciones... que a decir verdad, tienen aire de todo, menos de castigo.

3.- Cuentas, señores, cuentas... El año pasado, 52 trasplantes. Digamos que los siguientes años sean igual de productivos. Dos de cada diez, eso equivale a diez cirugías privadas por año. Diez cirugías de las cuales, como son ya con la total autorizaciòn de la contraloría del estado, se podrá cobrar... vamos, no seamos poco objetivos, un poco menos de lo que costaría el trasplante en lo privado. Cerremos cifras en dos millones. (Ojo: Totalmente legales y autorizados por la Contraloría del Estado, a cambio de las otras cirugías pro-bono) Veinte millones de pesos al año. ¡¡Putìsimas Oncemil Vírgenes!!!! ¿¿¿¡¡¡Para que reputo coño quiere cobrar sueldo en el Civil, entonces!!!???? ¡¡Por la ramera mayor y la concha supurante de la madre de Jriszto, castíguenme a mí así!!

4.- Así de pendejas y absurdas son las soluciones a nuestros problemas de parte de nuestras autoridades. Y seamos sinceros, la soluciòn es asì de imbècil, porque es para un problema que ni siquiera existìa.

5.- Que sigan regalando los dineros del pueblo, al fin y al cabo, yo ni pago impuestos...

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PD: Saludos al Vakero Galáktico que convalece de una reconstrucción del sistema de ventilación y enfriamiento. (esperemos que no sea él el que se nos enfríe)