viernes, agosto 1

Back To Basics... (u Old School, o Vintage, o Reciclaje, o Refritos)

PRÓLOGO
El post que a continuación leerá es una re-edición de un post titulado "Acid Raspberries" el cual fue publicado por primera vez en el "Count Coyote Jazz And Blues Bar" allá por el 2005, cuando su H. Servidor trabajaba en lo que era su primer blog. Actualmente se hace una entrega reeditada por el Ex-Conde Cienfuegos, con archivos recuperados básicamente de la memoria (fisiológica, no electrónica) del administrador, ya que dicho blog (y consecuentemente todos sus posts) fue borrado y desapareció para siempre en el limbo.
Se respetó la esencia original del documento, vistiéndolo un poco con elementos que le añaden modernidad. El resultado, a mí me gustó, pero decida usted mismo.
Nota al margen: Ella volvió, y ¿a quien creen que extrañó? ¡¡Pues a mí!!
Ex-Conde Cienfuegos

_\!/_Frambuesas Ácidas_\!/_
(cover de “Acid Raspberries”, del Count Coyote)
Deambulo por las calles del centro. No sé donde he estado las últimas horas, pero el origen no me mortifica, si no el destino. Para alcanzarlo sólo es cuestión de rodear una farola de latón, que por más que la esquivo parece empecinada en obstruirme el camino; darle unas monedas al vagabundo que duerme en una banca cobijándose con los últimos detalles del acontecer mundial impresos en papel maché; dar saltitos para no meter los Dunk High Pro SB (¿drunk & high?) en los charcos asquerosos pero con la cautela suficiente de no parecer amenazante a los perros que husmean con sus narices perpetuamente húmedas en los montones de basura al pie de cada luminaria; evadir las pocas patrullas resulta sencillo si me concentro en el destello de las torretas, pero debo tener cuidado de no dejarme seducir por ellas, que puedo acabar como palomilla achicharrada en un foco.

Me dejo guiar por mi nariz, puedo llegar a mi casa tan sólo siguiendo el aroma tan particular de cada candil, un poco más tenue ésta, aquella más amarillenta; sobre todo cuando se acompaña de este viento que se respira más denso y con este frío entre ácido y picante. Las ratas corren de un cúmulo de basura a otro y percibo millones de agujitas minúsculas penetrando mi piel cuando dejan escapar sus agudos chillidos. El tufo hediondo de las coladeras taladra mis oídos sin misericordia y el motor de los pocos vehículos que pasan raudos por la avenida me hace sentir náuseas.

Ni un alma. Y yo suplico por encontrarme un cuerpo, no importa que no lleve alma incluida, pero que lleve algo encima con qué sacarme de chiva. Al menos, algo suficiente para alcanzar a caminar otro tramito. No traigo con que pagar, he gastado mis últimos dracmas cuando le pagué a la hetaira que me sirvió un ojo flotando en orina. Empiezo a mortificarme, las almas pueden entender que no se les pague, comprenden que el pago inmediato es cosa de putas y mercachifles, que las verdaderas recompensas vienen en otro tiempo, en otro espacio, de otra manera. Pero no me encontraré un alma, sino un cuerpo. Me tranquilizo. Lo más probable es que no encuentre a nadie.

El camino por recorrer es incierto y variable. Tal vez sea corto, pero lo mismo puede tomarme siete minutos que dos días en llegar. A final de cuentas, ni siquiera sabré el dato con exactitud. En el estómago me resuena un estribillo que seguramente no escuché esta jornada, pero que por algo salió de su letargo. Los charcos y las aceras se han vuelto chiclosos y se me pegan a la suela como si caminara sobre azúcar caramelizada. El viento se pone cada vez más morado y más agudo. Será mejor que me de prisa. De cualquier modo, un eructo y ya estoy paladeando ese estribillo que tenía atorado, y lo canto, tibio y espeso, creciendo, recobrando su forma original de canción completa.
[sintonice la Singing Box (sonidero) en la primera pista]
Noche de sábado en capital, fui a enterrar lo que seré, caminando por Corrientes
los tontos se mordían los dientes y yo en soledad fui a buscar dolor
sólo encontré a la felicidad de ser tan necio, de no estar sobrio,
de olvidar recordar si ya había olvidado a una extraña
noche de sábado en capital, fui a bautizar lo que no quiero ser
pero el absurdo es que uno es uno y ya

El tema original no debe durar más de trescientos metros, pero para cuando termino el segundo chorus ya he llegado a mi casa y no sé cuánto tiempo ha pasado, tal vez poco, porque no he envejecido mucho en el camino, aunque si me siento cansado y con arrugas en la frente, que antes no sentía. Yo creo que para mañana estaré mucho más viejo, aunque un poco recuperado.

Cuando me doy cuenta que estoy hipnotizado por la torreta de una patrulla ya es demasiado tarde. El rojo, el azul; lo amargo y soberbio de la sirena. Me maldigo a mí mismo por imbécil. Estoy a dos gramos de llegar a mi refugio y caí en el engaño de la patrulla. Me quedo paralizado, dicen que son como los tiranosaurios. Si no te mueves, no pueden percibirte. Cuando la patrulla pasa frente a mí estallo en una carcajada. Mi estado me ha hecho temer de la patrulla como si se tratara de un animal prehistórico, cuando resulta que sólo es un aparato, un instrumento, y que quienes podrían olfatearme, oírme, sentirme, serían los policías que la condujeran, y afortunadamente para mí (y al darme cuenta río aún más profusamente) esta patrulla no va tripulada. Jajaja. Idiotas. ¿De qué coño sirve un monstruo descerebrado vagando por las calles? Aunque del mismo modo, es completamente inútil aún cuando la patrulla va preñada con dos monstruitos descerebraditos en su interior.

Al fin en casa. Hogar; dulce, gélido, grave, pútrido, oscuro hogar.

Busco la llave en mi bolsillo. El bolsillo está vacío y roto. Puedo palpar mi vejiga, mis intestinos a través de la fundita, porque la horadación incluye la piel, el tejido celular subcutáneo, la aponeurosis, los abdominales oblicuos, el peritoneo parietal y el visceral. Sé que resulta increíble que a través de mis bolsillos palpe mi vejiga y mis intestinos, pero todo tiene una explicación bastante lógica. No hablo de los bolsillos de mi pantalón, si no de los de mi chamarra. Ahora concuerda, ¿verdad?. Seguramente he tocado el nervio vago porque me han dado ganas de vomitar. Saco la mano y me limpio la sangre y el líquido peritoneal en la pared. Entonces noto algo. La puerta generalmente es verde, y ahora está alta y helada. La chapa, que casi siempre es redonda, sigue siendo redonda pero se encuentra en vez de en el lado derecho, como le es habitual, incrustada con toda su redondez del lado izquierdo de la puerta metálica, que sigue tan grande, verde y fría como siempre. ¡Voilá¡ Si la chapa está en el lado opuesto, luego entonces la llave está en el otro bolsillo. Meto la mano, mas vísceras y un poco más arriba el estómago. Quien dice que adentro del estómago hay mariposas está loco de remate. Sólo hay clavos y unos osos de gomita. Las llaves deben estar en los bolsillos del pantalón. Introduzco la mano y a mi derecha sólo tengo un naipe (el as de espadas), una bala de calibre a determinar y un cuarzo azul. Busco en el izquierdo y ahí sólo encuentro cosas imposibles. El ala de una libélula, una galleta, una araña capulina y algunas monedas. También hay un papelito plegado sobre sí mismo. Empiezo a desplegarlo, una, dos, tres, cuatro, dieciséis veces. Es una nota con mi caligrafía donde me recuerdo que la llave la traigo colgada al cuello con un cordel mugroso y anacrónico.

Sí, la llave se encuentra donde indica el papel. Abro la puerta y al encender la luz, el hedor macilento del foco me produce arcadas. Bajo la mirada para tratar de hacer que pase el asco y descubro un rastro rosado en el piso. Resplandece misteriosamente bajo la luz de la bombilla. Me inclino para observar de cerca esos gránulos titilantes. Forman una línea perfectamente trazada a lo largo de toda la escalera. (vivo en una segunda planta, y al abrir la puerta lo primero que encuentro es la escalera). No tengo idea del origen de esa estela rosa iridiscente, pero dadas mis circunstancias, saco una pajilla que llevo en el bolsillo (esta vez el de la camisa) y empiezo a inhalarla. Tiene un gusto dulzón que no me desagrada del todo. Otra procesión de versos se desprende de entre los clavos de mi estómago, y mientras voy absorbiendo la raya escalón tras escalón retumba en mi cabeza, y sé de cierto que el polvito rosa me dedica la canción.
[sintonice la Singing Box (sonidero) en la segunda pista]
Meet you downstairs in the bar and hurt, your rolled up sleeves in your skull t shirt,
you say “what did you do with him today?” and sniffed me out like I was tanqueray
‘Cause you’re my fella, my guy hand me your stella and fly by the time
I’m out the door you tear men down like Roger Moore
I cheated myself like I knew I would, I told you I was trouble, you know that I am no good
Upstairs in bed with my ex-boy he is in a place but I can’t get joy
thinking on you in the final throes this is when my buzzer goes run out to meet you,
chips and pitta you said “when we married” ‘cause you’re not bitter
“There’ll be none of him no more” I cried for you in the kitchen floor
Sweet reunion Jamaica and Spain we’re like how we were again I’m in the tub,
you on the seat lick your lips as I soap my feet then you notice likkle carpet burn
my stomach drop and my guts churm you shrug and it’s the worst
who truly stuck the knife in first


He seguido esnifando cada partícula del rastro por toda la escalera hasta llegar al primer piso, he continuado por la cocina donde el polvo estaba ligeramente húmedo y salado y de ahí he atravesado todo el apartamento hasta el baño, la canción suena a jazz pero huele a reggae y sabe a rumba. Al llegar a la tina, parece que sendero rosa ya no me canta más, y ahora soy yo el que recita los versos. Siento los labios resecos y los repaso con la lengua para humedecerlos un poco. La alfombra se está quemando, el estómago me está matando, contrayéndose sobre sí mismo se perfora una y otra vez con su relleno de clavos. Mis tripas se devoran unas a otras. Me he traicionado. Me engañe a mí mismo, sabía que lo haría, saben que no soy una buena persona.

Adentro de la bañera, siento el cerebro inflamado y los sentidos confundidos, antes de perder la conciencia encuentro sobre el depósito del retrete el origen del talco rosita. Una caja de gelatina Jell-O de frambuesa completamente vacía me muestra descarada sus cejas rotas, su sobre de papel rasgado. No sé que esperar de esto y no tengo tiempo. El sonido de mi cráneo al golpear la porcelana de la tina hace caer la caja de Jell-O dentro del excusado, y se pierde para siempre entre un torbellino de caca en las cloacas que son como las tripas de la ciudad, hasta que va a terminar en el culo del mundo. El mar.

continuará…

7 comentarios:

RQx Cienfuegos dijo...

Segunda parte: El Viaje

Akane dijo...

o.o
vez porq me quiero casar contigo?

n.n"

sandraaaaa dijo...

yo no me kiero casar con usted pero de verdat me gusta lo que escribe...

esque me ha recordado endemoniadamente a bukowski...

oh maldita sea que de repente se me olvida que mi "yo" interno pide ser un alma bohemia que viva en arrabales, tome, vodka y coma cacahuates en los tuburios que frecuenta, pero a kien engaño...escuche esa canción de mi profile "cicatrices" de real de 14 y pues ni modo...soy una niña buena, la princesa de papá (8)

despues me empezó a dar cierto kiki que sea ud tan valiente como para traer una araña capulina en su bolsa...
ñañaña

eso sí me provoca náuseas, mareos, un casi desmayo, y vértigo, más que cuando me acuesto volteando al cielo buscando el fondo...

y pues, ya vimos porque ese tan merecido título de dr. con el montón de partes del cuerpo que ni imaginaba que kizá yo, tambien tenga de eso que ud. menciona...

en mi caso sería imposible subir mis entradas de reciclaje porque de vdd sería demasiado penoso que alguien se enterara de mis pensares en akellos tiempos, aun no conocìa el medicamente y pues todo era de vdd dramático, y mire que se me da eso del drama jaja

bendito prozac sr.

en fin, como siempre extendiendome en los comentarios verdat?
y yo que creì que no podria comentar nada porque hay veces que los posts me dejan sin palabras, pero pues ya se la sabe, porque si no hablo, escribo, y sino escribo....

oh que hermosos puntos suspensivos :)

un abrazo don conde....

Said dijo...

No leí... te había comentado que para leer tus post tengo que estar mentalizado... hoy no lo estoy, regreso luego.

Saludos!

jess dijo...

"El tufo hediondo de las coladeras taladra mis oídos sin misericordia y el motor de los pocos vehículos que pasan raudos por la avenida me hace sentir náuseas."

Me encanta encontrar tus frases irónicas e irracionales, inteligentemente pensadas y escritas adrede, como jugando con la mente de tus lectores... "encuentra lo ilógico.... si puedes", una vez encontrado, "realmente es ilógico?".....

Alguna vez leí de Nietzche que exigía ser pensado mientras se leía, pero no lo suficiente so pena de desvirtuar el sentido real de sus palabras.
Los germanos tienen sus grandes y gloriosos exponentes, y México está viendo surgir los suyos.

Te admiraré toda la vida!!!
Abrazossss!!!

tr dijo...

Pffff y por que desaparecio el otro blog?
Me parecio como realismo magico tu escrito, bueno,aun que a veces cae en lo tedioso.

Damage Cabaret dijo...

Se le invita cordialmente a ser parte de Damage Cabaret, un proyecto en el cual usted puede ser un prospecto de blogger competidor.

Esté al pendiente para ver en que alterna puede ser nominado o en que competencia puede estar apuntado.

Este es un proyecto de convivencia bloggeril.

Por que no siempre el que tiene más comments, gana.

¡Feliz miércoles!