jueves, mayo 22

Argot de la Rutina Matutina...

Cienfuegos en su consultorio, a punto de dar el primer sorbo a su mocaccino del Seven Eleven, exhausto después de la pesada guardia. Se acabó el violento trajinar de las urgencias y ahora viene la calma chicha de la consulta externa. En el sistema de audio empieza a resonar la voz tipluda y con tono de supermercado de la recepcionista.
…Doctor Cienfuegos, favor de pasar a Dirección General, Cienfuegos a Dirección General…
-Aaarggghhh… ¡No puede ser! ¿Y ahora qué?...
Deja el café al que sólo alcanzó a oler en su escritorio y se dirige a la oficina del director. Ese viejo panzón que se pasa el día acariciándose la barriga y dando órdenes en tono condescendiente.
-Cienfuegos…
-Dígame, doctor.
-Hoy tienes alguien a tu cargo. Que te ayude en la consulta, a tomar muestras, o yo que sé. Pero por el amor de dios, no lo mandes a la tienda, porque luego las pinches escuelas la hacen de tos, dicen que nos mandan médicos, no bell boys…
-Está bien doctor…
-Cienfuegos...
-¿Sí, doctor?
-Te ves particularmente dañado hoy.
-Así es doctor. Una guardia pesada.
-Deja un rato a este muchacho, y ve a tomarte un café. Nomás acuérdate que está bajo tu responsabilidad.
-Gracias, doctor… Oiga, disculpe la intromisión, pero ¿Qué hace tan temprano aquí? Apenas pasa de las siete de la mañana…
El hombre mira como buscando algo en el techo.
-Mi mujer se puso un poco molesta anoche. Nos cortaron la señal de la televisión y no pudo ver su novela.-
-Ajam…-
-Me sacó a empujones a la calle. Me dijo que no regresara hasta que tuviéramos tele otra vez.-
-¿Durmió aquí anoche? Jaja… Se hubiera dado una vuelta por allá abajo, doctor. Hubiéramos agradecido un par de manos extras.-
-Creo que no hay que mezclar las cosas del trabajo con las de la casa…-
-Tiene razón, doctor… Bueno, con permiso…
-Cienfuegos…
-¿Doctor?
-Cuando acabes pasas a pagar el cable, ¿no?
-Pero aquí no hay cable, doctor. ¿Se acuerda que le presté mi antena de conejo para ponerla en la sala de espera?
-Ya sé que no, Cienfuegos… el de mi casa… es que a mi me da flojerota hacer colas…
-Claro, doctor… con que médicos, no bell boys, ¿eh?... con que sin mezclar la casa y el trabajo, ¿eh?...
Cienfuegos regresa a su consultorio renegando y encuentra ya dentro a un joven de bata blanquísima, sin una sola arruga, corbata de nudo perfecto y un estuche de diagnóstico que más parecía una sonda de exploración espacial. Hace una comparación mental con su propia corbata metida en el bolsillo y su bata arrugada y manchada de todos los fluidos humanos imaginables, o con su propio estuche, que sólo dios sabe donde estarán las últimas dos piezas. Se dispone a dar por fin un sorbo a su café cuando ve que del bolsillo de la bata del joven, cuelga un gafete que dice “GOrJE” con caligrafía que parece la de un niño de seis años.
-Doctor… su nombre… es…
-Jorge, doctor. Dizque el de derechos humanos llega hasta las once para que me haga mi gafete, así que mientras yo me hice este…
-Querrá decir el de Recursos Humanos…
-Sí, ése.- dice mientras curiosea su gafete. -¡Ay, lo puse mal!
- Sí, le iba a comentar que intercambió las…
-Puse la “ré” chiquita, pero ya está.- afirma mientras sobrescribe una erre mayúscula.
Cienfuegos deduce que aquello bajo su responsabilidad es más una amenaza que una ayuda.
-Mire, doctor. Cuquita la enfermera llega a las siete y media. Yo voy a salir a tomar un poco de aire fresco, porque hubo una guardia espantosa. Hoy vamos a ver pacientes de primera vez. Si Cuquita le pasa un expediente y yo todavía no llego, puede ir empezando con la historia clínica.
Toma su café y sale hacia la sala de espera. Siente un escalofrío cuando ve el lugar repleto. Un sorbo al vaso, sólo para darse cuenta que está frío.
-Hola Gladys, buenos días.- saluda a la recepcionista. -¿Puedes calentar mi café en tu microondas?
-Claro que sí, doctor. Ya sabe que estoy siempre dispuesta a calentarle sus cosas en mis cosas…
Cienfuegos siente otro escalofrío. Gladys no es fea, pero sí que lo es el malencarado matón y seguramente celosísimo de su marido.
-¿Se lo caliento cinco minutos?
-No, porque se me corta la leche. Nomás dos.
-¡Ay, que poquito!
-Si quieres luego vengo a que me calientes más cosas…
-Aaaaayyyy, ¡¡¡doctor!!!
¡Ding!
-Ora sí se pasó de caliente…
-Perdón Gladys, no quise ofenderte…
-No, su café… Mire…
Otro sorbo, quemadura en la lengua. Una señora grita en la sala de espera porque su hijo convulsiona. Cienfuegos deja el café y corre hacia donde está el niño. Le mete una pluma entre los dientes para evitar que se muerda la lengua.
-¡¿Dónde está el médico de urgencias?!
-¡¡Es la doctora Lety, y todavía no ha llegado, doctor!!- Le grita Gladys desde detrás del mostrador.
La convulsión no cesa. El niño ha caído en status epiléptico. La madre horrorizada. Cienfuegos carga al niño y lo mete a urgencias. Es la hora muerta. Los de guardia ya se fueron, los de turno no han llegado. Ni una enfermera, ni un camillero. Tiene que transportar, canalizar, fijar y tratar él mismo al pequeño, rompe de un puñetazo una vitrina donde están, estúpidamente bajo llave, los medicamentos anticonvulsivos. Casi una hora después, el niño está dormido tranquilamente. Cienfuegos firma las indicaciones en el pasillo, mientras se quita las últimas astillas de vidrio de los nudillos.
-Buen día, Cienfuegos…
-¿Buen día? ¿Qué te pasa? ¡Entras a las siete, Leticia! ¿Ya viste tu reloj?
-¡O sea, relájate, Cienfuegos! ¡Hazte una novia o algo!
Una enfermera, también recién llegada chilla desde adentro
-¡¿Qué le hicieron a mi vitrina?!
Cienfuegos suspira y cambia el rostro agrio por uno de satisfacción.
-Ah, por cierto, Lety. Debes una vitrina. Se rompió en tu horario así que es tu responsabilidad. A ver si llegas temprano, o sacas de ahí el medicamento. Alguien puede morir por esa maldita paranoia de que me robe las putas ampolletas. No te molestes en tratar de inculparme- Habla rápidamente, y haciendo el ademán de sacudirse las manos muy cerca de la cara de la mujer, remata. –Martita me firmó el inventario completo antes de irse. ¿Quieres ser mi novia?-
-¡Eres un odioso, Cienfuegos! ¡Un pinche odioso!-
-Grazzie… Thanks… Merci… Obrigado… Gracias…-
Cienfuegos muestra la mejor de sus sonrisas cínicas y se aleja mientras lanza una moneda al aire y se dirige a su consultorio nuevamente. Al pasar por recepción, toma del mostrador su café y da un sorbo.
-Mmmm… Delicioso, Gladys. ¡Gracias!-
-¡Para servirte, digo, servirle!
Al llegar al consultorio, Cuquita trata de calmar a los pacientes que se encuentran molestos. Se levanta y se acerca a Cienfuegos.
- Que bueno que llegó, doctor. Este muchacho ya tiene casi una hora dentro con una paciente…-
-No éste muchacho, Cuquita, el médico.- Corrigió Cienfuegos al recordar cuando lo ninguneaban por ser estudiante.
-Bueno, pues el doctor está muy pazguato.- Dijo Cuca haciendo comillas imaginarias con las manos cuando dijo “doctor”.
-¡¡¿Por qué a mí?!!!- Exclamó Cienfuegos, dando un portazo tras de sí al entrar al consultorio. Puso su café en el escritorio y sentándose en el borde del mismo preguntó:
-¿Por qué viene la paciente, doctor?
-Que dizque le duele la panza…
-¿Perdón?
-Ah, ps… refiere dolor abdominal…
-¿En qué región?
-Ps, aquí mismo, en la región Valles…
-Anatómicamente, doctor…
-Ah… ps en hipogastrio…
-Ahí es el hipocondrio, doctor. A ver señora, póngase de pie por favor. Camine hacia allá. Regrese. Doctor, ¿cómo se llama esa marcha?
-Ah… ps es la marcha de Zacatecas, se la ponen aquí a los niños de la escuela de al lado, doctor, pa cuando avanzan a sus salones y…
-Me refiero a la marcha de la paciente.
-Ah… ps es la marcha en gatillo, ¿no?
-No, esa es su posición.
-¿Y ps cual es la suya doctor? Si la mía está mal ps discutimos y llegamos a un acuerdo.
-Quiero decir la posición de la paciente… La posición es “en gatillo”, por el dolor. Pero la marcha es claudicante.
-Ah… Ps sí camina como el gallo Claudio, fíjese… digo, hijo, digo…
-Pues se equivocó de Claudio, la marcha es llamada así por el emperador Claudio que era cojo…
-¿Qué era qué?
-Era cojo, cojo y feo…
-Ah… Ps si quiere, un día de estos, yo le paso unos tips…
-Lo que quiero decir es que… Olvídelo… ¿Antecedentes de importancia?
-Ps una vez nos arrestaron a mi y a dos compas por apedrear las ventanas de un Aurrerá…
-¡De la paciente!
-Ah… ps tiene azúcar…
-¿Tiene qué, perdón?
-Azúcar… o sea tiene diabetis…
-¿Diabetis?
-De a devis… no le miento…
-Doctor, no se llama “diabetis”… no es “I”, es “E”…
-Ah… ps tiene deabetis…
- Pffff… Doctor, ¿algún otro antecedente, además de la DIA-BE-TES?
-Ps que dizque también está mala del nervio asiático. Y que extraño, porque fíjese que dice la señora que ella nunca ha ido a China, ni a Tailandia ni a nada de eso…
-Será que padece ciática, tiene afectado el nervio ciático. ¿Eso que nos explica doctor?
-Que el nervio se llama ciático, no asiático…
-Bueno, sí… Pero yo me refería a que eso puede ser la causa de la marcha claudicante. ¿Ya vio que su paciente está ictérica?
-No, está tranquilita…
-Ictérica, doctor… No histérica… Tiene un color amarillento…
-Ah… ps ha de ser por lo del nervio asiático ese que dice…
-No doctor. Seguramente es porque algo anda mal con sus bilirrubinas. ¿Ya llamó al doctor Gurrola, el cirujano?
-No.
-¿Ya revisó a su paciente?
-Sí.
-¿Kernig? ¿Murphy? ¿Giordanno?
-No doctor, no le he hablado a nadien. Me estaba esperando a que llegara usted.
-No le hablo de médicos, doctor. Le hablo de signos que debe buscar en su paciente.
-Aaaaaahhh…
-¿A qué escuela de medicina fuiste, doctor?
-A una que está ahí por el depósito de la Ciel…
-Ajá… ajá… Claro. Me estabas asustando.-
Cienfuegos toma su café casi lleno, el mismo que ha tratado de beberse toda la mañana y que finalmente tiene una buena temperatura. Lo huele y lo deja caer en el bote de la basura.
-“Gorje”, ¿Por qué no vas al Seven Eleven y me traes un mocaccino? Yo acabo de atender a la señora…

12 comentarios:

jess dijo...

Jaaajajajajaja si tu alter ego es Dr. Gregory House.... vas a tener que rodearte de docs inteligentes... inteligentes y hermosas como Cameron.... porque este goRje como que mejor debe irse a las consultas de dr. simi jajajaja.
diabetiiiiis..... arggg y yo que me he quejado toda la vida de mi casa de estudios universitarios.....
Oiga, se me antojó su café!
Voy por uno!!

Said dijo...

Pff! Pues que trabajas en el IMSS o en algún otro rastro clandestino?
Y el cara de matón seguramente es pura finta...
Chale, trabajar mas de 15 horas seguidas es pecado eh!
Saludos.

Club Atletico Klandestino dijo...

jeje, el humor de los medicos y la esclavitud del preinterno.

tr dijo...

Oioioioi, si tu Dr. House

El Gallo de Jalisco dijo...

A poco así son los "médicos" de la U. lamar?

Yo tengo un compa que estudiaba ahí, pero se salió..

Jøëy dijo...

Jajajajaja

Ahora se por que no estudie medicina... ademas de que no terminé la prepa... y que no me gusta la medicina... pero si los destazados... y la sangre en las paredes... y la sirena de unidad de choque...

Gorje... jajajaja!!!

Saludos.

*ஐღ Mì†a ღஐ* dijo...

Tanto estudiar para que al final un pendejete nos trate como bell boy que poca maye! jajaja

Me retuerce que las enfermeras digan "diabetis", "jipertensión" y "rejlujo"...aggggh

Saludos mi buen
Arrivederci

Unknown dijo...

el gorje la cago en un principio, no se dio cuenta que cienfuegos se apeidaba jaous con "j".

Marta (Tuki) dijo...

Yo sí quiero un mocaccino!Qué lujo. Si tomara uno mientras te leo,creo que llegaría al éxtasis.

Me gusta que te guste mi rincón ;)

Un besazo
De verdad que me ecanta leerte

*Tuki

c324r dijo...

No mamar, eso pasa en realidad?

vergudo-82 dijo...

Dios nos libreee, de rogar por maaàs (8)

Akane dijo...

esta de poca esto xD